Aprilia SR Max 300ie, de mayor quiero ser moto

La ventaja de pertenecer a un gran fabricante de motos es que la disponibilidad de chasis y motores tiene que ser algo parecido a tirarse el sábado en el supermercado de un centro comercial. No solo hay mucho donde elegir, sino que es relativamente fácil adaptar componentes diferentes a la filosofía de la propia marca.

Esto lo saben muy bien en Husqvarna, por ejemplo, que se decantaron por el motor de la BMW F 800 R para crear las Nuda 900 y Nuda 900 R, y por supuesto también lo saben en Aprilia, que han optado por adaptar (o adoptar) scooters completos para engordar su gama hacia nuevos segmentos. Es el caso de la Gilera GP800, que en Aprilia revivirá bajo el nombre de SRV 850, y también el de esta SR Max 300, que en Gilera es conocida como Nexus.

La elección de Aprilia no es ni mucho menos arbitraria, porque la SR Max 300 suponía la entrada de la marca más racing del Grupo Piaggio en el segmento de los scooter GT. De lo que se trataba era de mantener el espíritu de la firma Noale, pero abarcando un nuevo grupo de compradores, porque éstos nunca sobran.

 

Quiero ser moto

Las pretensiones son más que evidentes desde el primer vistazo. En la parte trasera casi un colín, bien levantado, dejando colgar la matrícula, y un guardabarros pequeño que brota del eje de la rueda. En la parte delantera, una doble óptica inclinada hacia abajo y el centro, y un carenado que se desplaza hacia la quilla al más puro estilo de las motos deportivas.

Hasta las salidas regulables de aire colocadas junto a la boca del depósito de gasolina nos calentarán los tobillos como si estuviéramos circulando en moto (a veces incluso demasiado, aunque la solución es tan fácil como cerrarlas). Las inserciones metálicas colocadas en los laterales acaban de redondear la propuesta.

Un poco más hacia el interior, en el chasis, la historia continúa. La colocación del motor, casi al descubierto, ha permitido rebajar el centro de gravedad, así como el depósito de gasolina de 15,5 litros, que se sitúa bajo los pies del conductor.

La Aprilia SR Max 300 es un scooter realmente ágil con el que no solo nos apetecerá movernos por la ciudad a diario, sino que nos pedirá sin ruborizarse un poco de marcha fuera de ella. Cambia de dirección con suma facilidad y gracias a una generosa distancia entre ejes (1.515 mm) se muestra cómoda y estable a velocidades más altas. Dispone de horquillas telescópicas de 35 mm de diámetro y de un doble amortiguador trasero con tres posiciones de ajuste que son capaces de filtrar bien las irregularidades sin perjudicar el comportamiento.

El equipo de ruedas, con un neumático de 120/70 en llanta 15 delante y un 140/60 en llanta 14 detrás, está bien dimensionado en relación al perfil dinámico del scooter. No así los frenos, de 260 mm delante y 240 mm detrás, que están un peldaño por debajo del resto. Un poco más de poder delante liberaría del exceso de trabajo el freno trasero, que por cierto está colocado en el propio eje longitudinal del vehículo gracias al diseño especial de la llanta.

 

Tímidos abstenerse

Si la Aprilia SR Max 300 no es nada tímida en carretera también es gracias a su buena ergonomía, que nos dejará devorar calles o curvas de todo tipo sin sentirnos en ningún momento fuera de lugar.

El asiento de dos niveles y protección lumbar para el conductor es cómodo aunque no especialmente bajo (815 mm), y el espacio para los pies es mayor de lo que parece, con una plataforma de dos niveles que nos permite cambiar completamente la posición de piernas y lumbares para retrasar la aparición de fatiga. El diseño de la parte delantera y de la pantalla, además, nos proporciona una protección aerodinámica de primer nivel.

El motor es el conocido monocilíndrico Euro3 de 278 cc, cuatro válvulas, inyección electrónica y refrigeración líquida del Grupo Piaggio, que entrega 22 CV a 7.250 rpm y unos generosos 23 Nm de par motor a 6.000 rpm. En esta Aprilia SR Max 300 se ha conseguido una proporción muy equilibrada entre capacidad de salida en parado y respuesta a velocidades más altas y regímenes medios.

Es un motor que se siente enérgico, con una distribución del par que proporciona una respuesta muy aceptable en todas las gamas de revoluciones. En definitiva, un propulsor tan práctico en ciudad como aprovechable en una carretera de curvas. Tampoco genera picos excesivos de consumo. Nuestra sesión de pruebas, que incluyó recorridos por ciudad, autopista y carretera de curvas, se saldó con un consumo medio de 26,9 kilómetros por litro.

En cuanto a equipamiento, la capacidad de carga no es precisamente el punto fuerte de la Aprilia SR Max 300. El cofre, con luz de cortesía y toma de corriente, no especialmente profundo ni aprovechable, aunque nos permitirá guardar la mayoría de cascos integrales del mercado.

El cuadro de instrumentos es por e contrario realmente completo, con dos relojes analógicos para la velocidad y el régimen de giro, y un cuadro digital controlable desde el puño derecho con información de parciales y medias de consumos, además de la temperatura, el nivel de carburante y la hora. Su precio, 3.999 €.