Benelli TNT 1130 Sport Evo: Pura pasión
La historia de Benelli es de esas que merecen un capítulo aparte por incluir en sus páginas algo más que cantidades desmedidas de pasión, triunfo y gloria por un lado y sufrimiento, trabajo, y vaivenes de toda clase por otro, y es que a lo largo de casi cien años se ha mantenido a flote gracias al amor que muchos han sentido, y sienten, por esta marca tan legendaria y familiar.
Todo empezó cuando Teresa, mujer viuda y madre de los seis hermanos Benelli, tuvo que sacrificar gran parte del capital familiar para dar cierta estabilidad laboral a algunos de sus hijos. Fue en Pesaro, en 1911, cuando fundó la Oficina Mecánica Benelli, inicialmente pensada para pequeñas reparaciones pero que en poco tiempo empezó a fabricar motores propios. El primero fue un monocilíndrico de 74cc que estuvo listo hacia 1920 y que se acoplaba en bicicletas, aunque necesitó ganar, un año después, algo de cilindrada hasta llegar a los 98cc y dar vida a la primera moto de producción propia. De aquí en adelante todo empezó a ir bien, con el menor de los hermanos, Antonio, más conocido como Tonino «el terrible», cosechando importantes éxitos deportivos montado en su temida monocilíndrica de 175cc y extendiendo, gracias a ello, la reputación de la marca a lo largo y ancho de Europa.
A pesar de la trágica muerte de Tonino mientras probaba una moto en 1937, los triunfos deportivos no cesaron, y fue con la irrupción de las competitivas y económicas motos japonesas que llegaron los problemas. La nueva situación comportó algunos cambios de manos dirigentes hasta llegar a las actuales del grupo chino Qianjiang que parecen, esta vez sí, aportar la estabilidad económica necesaria para mantener viva una leyenda del motociclismo como es la marca de Pesaro.
En definitiva, una marca pequeña y familiar que las ha visto de todos los colores y que ha concebido pepinazos tan llamativos como la Sei 750, una joya de seis cilindros y tres trompetas a cada lado que emite música de la buena (te recomiendo sinceramente escucharla en youtube), por no hablar de su actual aventura en el mundo del off-road con la BX, una monocilíndrica de 450cc y unos 60cv que dará guerra.
Con esto, ahora sí es momento de ver la TNT (Tornado Naked Tre) 1130 Sport Evo, una naked de las gordas que emana belleza, agresividad, y carácter y que, como buena italiana, es realmente efectiva pero que exige todos los sentidos para dominarla como es debido.
Benelli TNT 1130 Sport Evo: 140cv en el puño
Uno, dos, cuatro, seis…y ahora tres parece ser el número de cilindros predilecto de la marca de Pesaro para dar vida a su gama de motos grandes. Este tricilíndrico que anima a la TNT full power, la Sport Evo, se monta también en la TNT 1130 «básica», la más veterana y de la que derivan las otras, como la Café Racer, que pide ser conducida como una hyper deportiva aun careciendo del pertinente carenado.
Más humanas aunque igual de pasionales son la Trek y su versión off-road, la Amazonas. No obstante, todas ellas vienen a completar la gama que lidera a lo grande la Tornado Tre, una deportiva equipada con lo mejor de lo mejor y que no deja indiferente a nadie, además de exprimir como ninguna todo el potencial de esta mecánica de 1.130cc.
Analizando ya el corazón de esta maravilla que mi compañero David Remón pudo exprimir en un circuito como el de Zuera -la cogí tal cual llegó de las 3horas de resistencia del I Motorbike Festival-, tengo que decir que siempre me han llamado la atención las marcas que se atreven con algo diferente, y en este caso, no sólo se apuesta por un bloque original y efectivo, tan sólo comparable a los motores de Triumph, sino que Benelli lo mima con soluciones muy ingeniosas. Antes de verlas, decir que los tres cilindros en línea que suman 1.130cc no sólo hacen rugir a lo grande la TNT Sport Evo, sino que también le dan unos poderosos 140cv a 9.250rpm que intimidan lo suyo, mas si las condiciones climatológicas no son las adecuadas como viene siendo habitual en lo que llevamos de invierno. Su gran cilindrada permite unas excelentes cifras de par motor, con 117Nm a 6.750rpm que garantizan una respuesta total a cualquier régimen de giro, pero si estamos ante una mecánica única es por la perspicacia de algunas de sus soluciones, a destacar los dos radiadores laterales que disipan el calor con eficacia, o la posibilidad de limitar la potencia con un solo botón y así contener en parte los elevados (y algo exagerados) consumos. Además, es una moto con la que se puede experimentar al ofrecer soluciones derivadas de la competición, como la caja de cambio extraíble, el embrague en seco opcional o el poder equipar distintos tamaños de gomas.
Benelli TNT 1130 Sport Evo: Configuración de primera
La Benelli TNT 1130 Sport Evo es, desde cualquier punto de vista, una moto con un diseño llamativo, agresivo y muy espectacular, del todo acorde con sus prestaciones. Si la primera TNT ya no dejaba indiferente a nadie por su descarada personalidad, esta versión la supera con creces gracias a sus nuevas y más deportivas combinaciones de colores y a ciertos detalles que denotan su espíritu más guerrero todavía.
De entrada, el chasis multitubular de acero al cromo molibdeno es de un color rojo mucho más vistoso, pero claro, no tanto como el basculante oscilante, de tubos de acero también rojos y con unos tensores muy originales que atrae las miradas de los moteros más curiosos. Otros detalles donde los ojos tienden a irse son los radiadores laterales, poco o nada habituales en otras monturas, al igual que las aletas o las pequeñas semiquillas, ausentes en la primera TNT.
Vista de frente, su mirada tan característica viene perfectamente acompañada por un equipamiento de lujo en toda la zona delantera, como las horquillas invertidas Marzochi de 50mm de diámetro y de cobre amarronado, por supuesto regulables en extensión, compresión y precarga, o las pinzas Brembo de anclaje radial y cuatro pistones, punto distintivo en la Sport Evo y que muerden con determinación los dos discos flotantes delanteros de 320mm. Otro detalle destacable en esta versión deportiva de la TNT es el parabarros delantero de fibra de carbono, material igualmente presente en el trasero y que no puede faltar en motos de la categoría de esta Benelli.
Otros componentes muy cuidados son el cuadro de instrumentos, con toda la información necesaria y de fácil lectura, el manillar a juego con las horquillas o el asiento bicolor con la palabra Sport grabada en él.
El tren trasero garantiza máximo rendimiento gracias a un monoamortiguador trasero Sachs completamente regulable y a su basculante tan especial. El freno se confía a un disco de 240mm con pinza de dos pistones, opción muy extendida en motos de su categoría, en su mayoría deportivas puras y no nakeds tan salvajes como la TNT Sport Evo. Quizá las más directamente comparables son la Brutale de MV Agusta o a la recién presentada Streetfighter de Ducati, que viene a ser una 1098 sin carenado.
No me olvido del precioso colín, liderado por la salida central del escape acompañada por los pilotos traseros, situación un tanto atípica. Me consta que el sufrido acompañante las verá de todos los colores no sólo por la posición forzada que adoptará, sino por el calor que dicho escape emite. Además, las discretas agarraderas no son del todo prácticas ya que buscan ante todo no romper el cuidado diseño. Ya se sabe, o una cosa o la otra…
Benelli TNT 1130 Sport Evo: Deportividad italiana
Con sólo mirarla ya te haces una idea bastante clara de lo que te espera, y claro está que no es la mejor opción para moverte a diario en ciudad, aunque no todo son contras y tiene algún detalle que la hace más humana de lo que pueda parecer.
Cuando llegue el momento de introducir la llave en la hendidura, ya te encuentras con el primer «pero»: está bastante escondida y con los guantes puestos requiere un poco de atención. Una vez dentro, la llave te abrirá las puertas al mundo de la pasión y de la deportividad, y cuando el tricilíndrico despierte te sentirás alguien especial y con mucha suerte. Lo cierto es que ruge de lo lindo, y en frío, con el ralentí alegre, es una delicia para ti y para toda persona que se encuentre a menos de, pongamos, ¿200metros? Y eso que monta el tubo de serie y no el de carbono que usaron para la carrera…
Una vez empiezas a circular, no tardas mucho en darte cuenta de que carece de la suavidad de otras motos, en especial de las japonesas, y su tacto general es exigente y rudo, es decir, no del todo apropiado cuando quieras moverte tranquilamente por la urbe. Por ejemplo, hasta que no le cojas el punto y domines perfectamente el embrague y el gas, sentirás, en más de una ocasión, como caen en exceso las revoluciones al iniciar la marcha y cuando busques remediarlo te vas a encontrar con todo lo contrario, un exceso de alegría y rugido consecuencia de ese puntito adicional de gas. Requiere práctica, pero cuando lleves unos pocos semáforos y hayas sorteado algunos coches, problema resuelto. Esto, en parte, se debe a que es una montura ya veterana con un sistema de inyección que no sólo bebe más de lo que debería, sino que le da un comportamiento demasiado agresivo y, para el día a día, no es la mejor opción.
Tampoco ayuda el tacto exigente del cambio, y tu pie te pedirá que lo calces como es debido también a diario y no sólo en las salidas (olvídate de las pantuflas en verano).
Pero la TNT tiene muy buenos detalles que la hacen una moto más confortable en ciudad de lo que aparenta. En primer lugar, es una moto muy bien resuelta ergonómicamente, con un manillar alto y un asiento que, a pesar de sus líneas tan deportivas, es bastante cómodo y bajo -780mm-. Además, las duras suspensiones absorben correctamente todas las irregularidades que te encuentres, aunque la mejor arma en ciudad es su sistema de refrigeración con radiadores laterales. Esta solución evita que sientas el calor del motor, incluso en el más grande de los atascos con los dos electroventiladores trabajando al límite de sus posibilidades.
Por otro lado, a pesar de su peso considerable -199Kg en seco-, los neumáticos de 180 que monta la unidad de pruebas le dan una agilidad notable, y no parece tan pesada como es en realidad.
Un punto importante en lo referente a seguridad, los retrovisores, son algo más que un buen ejercicio de diseño y ofrecen buena visibilidad.
Todo lo demás es fácilmente deducible en una moto de su condición, es decir, consumos muy elevados, potencia excesiva para un uso urbano, ángulo de giro limitado, y un sonido que te pide a gritos que la saques de allí…
Deportividad a la italiana
Ya en la carretera, es una moto que pide guerra. Su música tricilíndrica te incita a subirla de vueltas, el empuje es constante y muy contundente aunque es a partir de las 6.500rpm cuando entra en acción toda la caballería. Aun así, su gran cilindrada y par motor te liberan de buscarle constantemente las cosquillas, y jugando con la zona baja y media tendrás de sobras gracias a sus excelentes recuperaciones.
La frenada delantera, factor clave en conducción deportiva, es espectacular, como no podía ser de otra manera con pinzas Brembo de anclaje radial que detienen con garantías sus más de 200kg en orden de marcha. En cambio, el freno trasero es el típico de las motos deportivas, un tacto muy duro y una frenada poco aprovechable.
Como muchas otras italianas de gama alta, es una moto muy rígida y exigente, capaz de hacerte disfrutar como nunca aunque requiera esforzarte plenamente. En este sentido, facilita la faena que sea una moto bastante corta de ejes -1.419mm- y con neumático de 180, todo suma y lo cierto es que no tardas mucho en cogerle el gustillo, aunque claro, irte con esta maravilla de ruta en pleno invierno y con humedad en las carreteras es una situación algo estresante, y después de hacer derrapar la rueda trasera de un acelerón en plena recta, la verdad es que poco más puedo decir, tan sólo que es una moto para un público muy pasional, que quiera un producto distinto con el que vivir experiencias realmente especiales y muy gratificantes. El único pero es que seguramente debería ponerse al día y tener un comportamiento más dulce y unos consumos más contenidos, como se ha hecho en su hermana pequeña, la 899…
Los colores son el blanco, el negro y el metalizado.
Galería de fotos de la Benelli TNT 1130 Sport Evo
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