Kymco está un poco al margen de la lucha por el liderazgo tecnológico en el segmento de los maxi scooter, pero desde su aparición en 2005, el Xciting ha ido labrándose su propio camino gracias a una propuesta muy equilibrada entre practicidad diaria y el carácter que se espera de un motor de medio litro.
Este modelo supuso el primer paso en firme en un proceso muy profundo de cambio de imagen que, posteriormente, dio como resultado el gran boom del Super Dink que la firma taiwanesa se hartó de vender por muchas razones, pero básicamente porque es un buen producto a un precio razonable.
El asunto del precio es de obligada referencia también en el caso del Xciting, que sencillamente cuesta menos de la mitad que los grandes referentes de la categoría. Por los 4.890 € que nos pedirán por él en cualquier concesionario de Kymco, obtendremos a cambio un maxi scooter de buena factura y materiales que nos permitirá tener un poco de todo.
Un solo cilindro
Circular con el Xciting es tener claro en todo momento que llevamos una cámara de combustión de considerable tamaño debajo del asiento. Se trata de un monocilíndrico de 498 cc con inyección Keihin y refrigeración líquida que nos ofrece 37,4 CV y un par motor de 37,1 Nm a 5.000 rpm. En salida no es espectacular, pero pasados los primeros metros se enchufa con facilidad. Es en definitiva un motor lleno que transmite personalidad y un cierto carácter deportivo y corre cuando le pedimos que corra.
Por configuración (el cilindro casi está colocado a 15º), posición del cárter y del embrague, y sistema de transmisión por variador continuo, las dimensiones del grupo propulsor son considerables, de manera que el scooter destaca por poseer una anchura bastante respetable (810 mm) que en algunos casos penaliza su agilidad.
En ciudad y a bajas velocidades, la maniobrabilidad se ha resuelto perfectamente con un manillar también bastante ancho y plano que permite estar muy en contacto con lo que sucede en tren delantero. Fuera del entramado urbano, en cambio, si nos aventuramos a explotar las muchas cualidades del motor por una carretera de curvas, rozaremos con una cierta facilidad al inclinar hacia la izquierda.
Más allá de las dificultades provocadas por las dimensiones del vehículo, el equilibrio entre deportividad y comodidad que se ha conseguido en el chasis merece ser destacado. Las suspensiones son suficientemente firmes sin maltratar en ningún momento al conductor, el vehículo está muy bien asentado en curva, y en particular el sistema de frenos con un doble disco delantero de 280 mm y ABS permite circular con la seguridad de que el Xciting se detendrá cuando se lo digamos rápidamente y sin hacer extraños.
Todo lo necesario
Si la anchura del Xciting nos ha arrancado algún pero a nivel dinámico, el espacio que nos ofrece en el puesto de conducción es en cambio enorme, para uno y para dos, o si fuera legal hasta para tres. La anchura del cofre situado debajo del asiento es también una importante ventaja, con especio extra para transportar pequeños objetos después de colocar un casco integral, y no dificulta en exceso la operación de alcanzar el suelo con los pies.
El Kymco no ha sido ajeno a la tendencia generalizada a acortar paulatinamente parabrisas para reforzar la imagen deportiva de los scooters. Con todo, el Xciting conserva buena parte de sus funciones de protección al piloto y permite circular a velocidades altas por autopista sin sufrir ningún tipo de incomodidad. No nos ha convencido en cambio el sistema de doble llave con función antirrobo para la cerradura, básicamente porque a más llaves en el bolsillo, mayor engorro.
La firma taiwanesa también tiene claro que el nivel de equipamiento de un scooter no se mide solo por la cantidad de tecnología inútil que incorpore, sino que esta tiene que ser práctica y funcional. Por eso la sensación es de que en el Xciting tenemos básicamente todo aquello que vamos a utilizar.