Probamos la nueva Beta Urban 125/200 2008

Beta Urban : Nuevo segmento

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Mi primer contacto visual con la nueva Beta Urban confirmó lo que ya me suponía: una moto muy delgada, que viste lo justo, prescindiendo de plásticos innecesarios que no hacen más que molestar. Todo ha sido reducido a la mínima expresión, y el resultado es, por un lado, un diseño original, nada parecido al resto de motos urbanas -con permiso de la Rieju Tango-, y por otro, un comportamiento que nos hará encarar el día a día en la ciudad de una manera completamente distinta.

La marca Toscana ha vuelto a dejar claro que apuesta por las motos sencillas por dentro, pero osadas por fuera. Esta Urban, que está disponible en 125c.c y 200c.c, nos lo dejó claro, porque en el transcurso de la prueba que hicimos por Barcelona, muchos transeúntes no podían evitar dirigirnos la mirada, atónitos ante semejante atrevimiento de estilo.

Pero no sólo es una moto diferente por fuera, sino también es muy especial cuando te montas en ella, porque te incita como ninguna a modificar tu estilo de conducción, probando cosillas que nunca antes te habías llegado a plantear.

Beta Urban : ¿Por qué nos miran?

Hasta ahora nunca había sentido tanta curiosidad por subirme a una moto. No tenía la más remota idea de cómo sería su comportamiento, no había probado nada que se le pareciera. Después de unas pocas fotos estáticas que nos confirmaron como el centro de atención oficial del paseo marítimo, me tocaba probarla en marcha.

La primera que tuve el honor de coger fue la pequeña, pero sólo de motor, porque como podéis ver en las fotos, estéticamente los dos modelos son exactamente iguales. Si no fuera por el logo, sería imposible diferenciarlas a simple vista.

Cuando el peso de tu cuerpo se aposenta sobre el estrecho asiento de la Urban, la pequeña se hunde bastante, gracias a unas suspensiones blandas y de largo recorrido. Para entrar en detalle, decirte que delante monta una horquilla convencional Paioli de 37mm de diámetro y detrás un amortiguador regulable en precarga. Lo bueno de estas suspensiones es que puedes encarar todas las irregularidades del terreno con descaro, sin preocuparte de que sea tu cuerpo el improvisado amortiguador. Este detalle se agradece, y mucho.

Para arrancarla tendrás que recoger la pata de cabra y apretar la maneta del embrague, y darle al botón claro está. Pero si en algún momento tuvieras problemas con la batería -¿quién no los ha tenido?-, no pasa nada, porque también la puedes encender con patada. Ya no tendrás que preocuparte por la carga o por las condiciones climatológicas en caso de que sean extremas. La Urban siempre estará a punto.

El cuadro de instrumentos es sencillo pero te da toda la información necesaria, con una pequeña pantallita digital que te informa del nivel de gasolina, de la velocidad, de la hora, además de los indicadores luminosos más comunes, incluyendo uno que te avisa si tienes la pata de cabra puesta.

Pasados unos metros, te das cuenta de que la Urban es una moto diferente...en todo!

Beta Urban :  Sensaciones únicas 

Una vez en marcha con la 125, se confirmó lo que ya me suponía: la Beta Urban es una peso pluma, pero de verdad, porque con 101 kg se deja llevar como una moto de campo de pequeña cilindrada. Aunque circules a tope de gasolina, esa sensación no desaparece para nada, gracias a su pequeño depósito de 6 litros, que te darán mucha cuerda gracias a su ridículo consumo de sólo 3,5 litros a los 100, y eso que va con carburador, un Mikuni que pasa sin problema la normativa Euro 3.

La posición de conducción es cómoda, aunque el estrecho asiento te puede pasar factura si tienes que ir muy lejos. No es una moto hecha para hacer kilómetros, y si necesitas hacerlos, mejor te pones de pie en algún momento y ya está, porque la posición alta del manillar te incita a probarlo. Además es divertido, estoy convencido de que te gustará.

El motor monocilíndrico refrigerado por aire de la 125 destaca por su progresividad, con una buena respuesta que no decae para nada hasta el final de régimen, combinando prestaciones y fiabilidad. Con un tacto muy agradable, tiene el comportamiento ideal para conductores noveles que quieran aprender disfrutando. Si estiras todas las marchas podrás alcanzar velocidades más que dignas para una 125, pero su reducido peso perjudica el nivel de confort en carretera, y más si el viento sopla con fuerza.

En cuanto a frenos, con un disco delantero de 245 mm y uno trasero de 220 mm, tendrás de sobras para frenar una moto de 101 kg, aunque en frenadas fuertes notarás un hundimiento excesivo de la horquilla delantera. Tendrás que adaptarte al tarado blando de las suspensiones, siendo beneficioso en terrenos irregulares y no del todo adecuado cuando el firme está en perfectas condiciones, afectando a la estabilidad, sobretodo si la usas para hacer curvas. Aunque de nuevo te recuerdo que la Urban, tal y como su nombre indica, ha sido diseñada para encarar la movilidad urbana de una forma distinta, mucho más divertida. Además sus neumáticos mixtos no son los más idóneos para una conducción deportiva en asfalto.

Después de unas cuantas fotos de acción, me tocó coger la 200. Su comportamiento es muy similar, ya que comparte la parte ciclo con la pequeña, y lo único que noté fue una patada más contundente, sobretodo desde bajo y medio régimen. Los caballos de más se notan, especialmente en las salidas de los semáforos y en las recuperaciones, sin repercutir apenas en el consumo, que asciende a cuatro litros a los cien. El peso se supone que es algo superior, pero con sus 110 kg apenas se percibe la diferencia.

Beta Urban : Urban Riders

Después de darte cuatro pinceladas sobre su comportamiento, es hora de que sepas hasta dónde puedes llegar con esta Beta. Como ya te he dicho, es una moto para divertirte de una forma completamente distinta, mucho más original y atrevida. Hasta ahora, la diversión en ciudad se limitaba a dar gas en la salida de los semáforos y cuatro curvas en alguna carretera cercana. La Urban va mucho más allá.

Hayas practicado trial o no, te puedo asegurar que acabarás probando alguna que otra pirueta, siempre con seguridad y confianza. No es una moto para ir rápido, pero está claro que circular en ciudad con ella es sencillamente diferente. Por ejemplo, según que tipo de obstáculo te encuentres en medio del camino, en lugar de esquivarlo, te apetecerá pasar por encima de él. Tampoco podrás evitar en algún que otro momento bajar de la acera por cualquier sitio menos por el habilitado para ello. Y no te preocupes por la moto, porque ha sido diseñada teniendo en cuenta esta posibilidad, con el chasis doble cuna de acero convenientemente reforzado mediante una viga delantera.

Lejos de este tipo de acrobacias que te convertirán en un auténtico Urban Rider, esta Beta es una auténtica delicia entre coches. En algún momento nos tocó sortear a bastantes y se comportó de maravilla, gracias a su extrema ligereza y al tacto de su motor. En este campo, también me gustó el poder ir en busca del hueco a baja velocidad sin necesidad de apoyar el pie en el suelo, resulta muy gratificante. También te acaba enganchando el suave ronroneo que emite el escape cuando dejas gas, es realmente acertado.

En resumen, una moto atrevida, que rediseña la movilidad urbana haciéndola mucho más apetecible, que te incitará a probar movimientos nuevos y que te hará disfrutar de otra manera. La tienes disponible en blanco y en rojo, con posibilidad de equiparla con varios accesorios extras como un portamaletas, unas bolsas laterales, piezas de carbono, y con un precio inferior a los 3.500€ para la 125 y cercano a los 4.000€ para la 200.

Galería de Imágenes de Beta Urban 

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